En nuestro episodio de hoy, voy a explorar contigo sobre el cómo es que podemos crecer en ser libros abiertos, siguiendo el consejo de nuestro modelo de esta semana: el apóstol Pablo. Si no has escuchado los episodios anteriores, están cortos y fáciles de escuchar. No lo dudes, entonces.
Qué tremenda lección nos dan Pablo y Timoteo, no solamente siendo abiertos, sino también dándonos ejemplo de cómo serlo. Aquí tres principio o herramientas que
Dar cuentas a los demás. Dice Pablo en este texto: “Me era necesario contarles”. Yá te conté de la tragedia de la auto-suficiencia. Dar cuenta a los demás Implica reconocimiento de cómo estoy y cómo están las cosas de modo que no solo puedas recibir la ayuda y el consejo necesario, sino también te puedas dar cuenta, con conciencia limpia cómo realmente están las cosas. Era una urgencia de Pablo pedir apoyo en oración de sus compañeros. Puedes evitar una verdadera tragedia si a tiempo puedes corregir el rumbo de las cosas. Sólo será fácil perderte.
Ser libre para recibir la gracia. La sinceridad te hará candidato a la gracia de Dios y de otros. Tendrás que practicar consistentemente la humildad, la vulnerabilidad, la integridad y la transparencia. Como resultado serás un libro abierto que no tiene no tiene nada entre líneas; nada que ocultar; nada que editar, y sin duda, mucha gracia que compartir. Incluso si los demás no te entienden. No te preocupes serás libre, y este bienestar no dependerá de los demás, sino de lo verdadero que seas. De tu integridad.
Integra lo bueno y lo malo en tus relatos. Cuando te des cuenta de algo no temas decir la verdad y de lo que estás aprendiendo, lo cual te ayuda a no caer en la victimización. Es terrible cuando estamos con una persona que solamente se victimiza. Podrías decir, en vez de sacar excusas y disculpas básicamente algo como: perdóname, estoy aprendiendo y la verdad es que ha sido un tiempo muy difícil porque me cuesta ser puntual, no tener deudas, o ser íntegro.
“Da la Gloria a Dios, por cómo te ha sostenido en el proceso. No se trata de aburrir a los demás con nuestros reportes negativos, solo se trata de ser sinceros. Siempre, sin duda, estarán las pruebas y las victorias, aprende a integrarlas. De esto aprenderás mucho de ti mismo y sin edificarás también muchísimo a los demás.
Termino compartiéndote un texto bien lindo de esta epístola de la vulnerabilidad de Pablo en 2 de Corintios 1: 12 y 14.
“Podemos decir con confianza y con una conciencia limpia que, en todos nuestros asuntos, hemos vivido en santidad y con una sinceridad dadas por Dios. Hemos dependido de la gracia de Dios y no de nuestra propia sabiduría humana. Esa es la forma en que nos hemos comportado ante el mundo y en especial con ustedes. Nuestras cartas fueron transparentes, y no hay nada escrito entre líneas ni nada que no puedan entender. Espero que algún día nos entiendan plenamente, aunque por ahora no nos entiendan. Entonces, en el día que el Señor Jesús regrese, estarán orgullosos de nosotros de la misma manera que nosotros estamos orgullosos de ustedes”.
Te dejo con una pregunta difícil: ¿Puedes decir que eres un libro abierto?, ¿Tienes algo entre líneas? Medita en esto y toma decisiones. Espero que esto te sea de utilidad.