Septiembre 17. El restaurador de la casa. Ahora dice el Señor, estamos otra vez en Jeremías 31, versículo 7. Canten con alegría por Israel, griten por la mejor de las naciones, griten de alabanza y alegría. Salva a tu pueblo, Señor, el remanente de Israel. Pues lo extraeré del norte y de los extremos más lejanos de la tierra. No me olvidaré del ciego, ni del cojo, ni de las mujeres embarazadas, ni de las que están en trabajo de parto.
Volverá un enorme grupo. Por su rostro correrán lágrimas de alegría y con mucho cuidado los guiaré a casa. Caminarán junto a rollos quietos y por caminos llanos donde no tropezarán.
Pues yo soy el padre de Israel y Efraín es mi hijo mayor. Seguimos con nuestro texto de Jeremías 31 entonces hablando de los conceptos de la restauración. El dios de la restauración tiene un corazón de padre, por eso habla yo soy el padre.
Recogeré del norte a los más lejanos de la tierra. Es como si este padre que tiene un corazón gigante de adopción quisiera a todos sus hijos en casa. Todos somos criaturas de Dios, pero para poder ser hijos necesitamos volver a la casa de papá y para volver a casa de papá necesitamos reconocerlo como nuestro señor, nuestro dios, nuestro salvador y nuestro padre.
Porque él tiene la puerta y tú necesitas cruzarla. Pero pensemos en esta dimensión tan hermosa cuando hablamos de la verdadera inclusión del hogar del padre. Dicen no me olvidaré del ciego ni del cojo, ni de las mujeres embarazadas ni de las que están en trabajo de parto.
Volverá a un enorme grupo. Por sus rostros correrán lágrimas de alegría. Él tampoco se olvida de los que están dolientes.
Me gusta mucho pensar en la justicia de Dios porque es un dios padre, es un dios bueno, pero también es un dios justo. Que no se olvida del dolor de los sufrientes, que no se olvida del que no tiene todas las posibilidades como un ciego o un cojo, que no se olvida de las mujeres que están en unas condiciones especiales como aquella que está de parto o en embarazo. Volvemos al tema del descanso.
En el siguiente versículo dice caminarán junto a arroyos quietos y por caminos llanos donde no tropezaran. Es hermoso este diseño porque él está pensando precisamente en aquellos que no pueden pasar por esos trayectos complicados, por montañas, por valles.
No, tampoco se olvida de los que no tienen brazos o pies para poder ir por el agua.
Es que él mismo se encarga de ese remanente. Dice yo los voy a llevar por arroyos quietos. El día de ayer hablamos del descanso que trae el restaurador en las tierras áridas.
Ahora vamos a hablar del agua que provee en los arroyos quietos. Un agua de quietud, un agua de descanso, pero también un agua de llanura como dice acá, caminos llanos donde no tropezaran. Porque el padre, el buen padre no quiere que sus hijos se pierdan, no quiere que sus hijos estén fuera de casa.
Yo mismo los traeré y los salvaré a este remanente. Este es un tiempo para la tierra de muchísimos dolores, de muchísimas crisis. Es un tiempo para nuestra nación también de muchísima incertidumbre como ya vimos en un episodio anterior con la palabra incertidumbre.
Búscalo. Es un tiempo en donde estamos necesitando esta esperanza. El huérfano no tiene esperanza.
El hijo tiene hogar. El hijo tiene quien lo proteja. El hijo tiene un padre que guía a ese hijo por los caminos buenos.
Y por eso dice es la alegría de aquel que sabe que tiene un cuidador, que tiene un padre, que tiene una guía. En estos días no sé si te has preguntado y entonces qué va a pasar con mi vida y entonces qué voy a hacer con esta decisión y entonces qué va a hacer con mi salud y entonces qué va a pasar con estas situaciones que tengo de crisis. Bueno es un buen momento para recordar que si tú estás en casa tienes la gran bendición y la gran alegría de poder adorar a tu padre y decir señor qué bueno que tú te puedes encargar de los asuntos que yo en esta condición en que estoy no puedo atender porque o estoy ciego de algo o estoy manco por algo o estoy cojo de alguna situación o me siento enfermo o me siento perdido en el camino. Este es el momento para recordar que tienes un papá que te traerá de lejana tierra a su hogar y ahí encontrarás el descanso que necesitamos. Gracias.

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