Septiembre 25, Gloria Futura. Yo no sé si tú viste la película El Señor de los Anillos y en nuestro episodio de hoy hablaremos de la futura Jerusalén que está bien llamado el nuevo cielo y la nueva tierra. Una premesa maravillosa para quienes nos hemos acogido al regalo de nuestro redentor que de dos pueblos, tanto su pueblo antiguo como su pueblo nuevo, que son las naciones de la tierra por las cuales murió y desucitó, pues nos hemos acogido a esa promesa en confianza y podemos disfrutar de esta gran promesa.
En esa película El Retorno del Rey hay una batalla tremenda contra la oscuridad contra la muerte, contra las grutas de la maldad. En el Isaías 60 describe la oscuridad de las naciones así, una oscuridad negra como la noche cubre a todas las naciones de la tierra, pero la gloria del Señor se levanta y aparece sobre ti. Cuando llega el Rey, definitivamente toda oscuridad desaparece y empiezan a pasar cosas maravillosas.
En esa guerra fratricida que estaban viviendo los habitantes de esa tierra, que estaban viviendo la opresión de sus enemigos. En ese momento cuando llega el Rey pierden todos los poderes y toda la victoria es para el Rey. Por eso dice Isaías 61, levántate Jerusalén, que brille tu luz para que todos la vean.
Si, la película va a terminar muy bien, ¿tú sabías eso? Esto no va a ser para siempre, esta oscuridad patente que nos está rodeando. Dice, pues la gloria del Señor se levanta para resplandirse sobre ti. Una oscuridad negra como la noche cubre a todas las naciones de la tierra, pero la gloria del Señor se levanta y aparece sobre ti.
Todas las naciones vendrán a tus reyes poderosos, vendrán para ver tu resplandor. Era muy hermoso en esta en esta serie, en esta película ver cómo los reinos buenos, los reinos y los reyes y los príncipes se juntaban alrededor del Rey de Reyes y Señor de Señores para ganar una gran victoria. Porque dice aquí en el 4 levanta tus ojos como todo el mundo vuelve a casa.
Tus hijos llegan desde tierra lejana. Ver una película con, a mí me encantan las películas, pero que tienen buenos finales. No me gustan las que terminan picos curo, depresivo, de muerte, en donde se murió el protagonista.
Sí, soy muy romántica. Lo que me encanta de esta promesa es que no es romántica, es una realidad. Cuando vemos todo el texto Isaías 60 y cuando escribe el nuevo cielo y la nueva tierra, lo dice así en el versículo 19.
Ya no necesitarás que el Sol brille durante el día ni que la luna lumbre durante la noche, porque el Señor tu Dios será tu luz perpetuo y tu Dios será tu gloria. Tu sol nunca se pondrá, tu luna nunca descenderá, pues el Señor será tu luz perpetuo, luz perpetuo. A dos veces lo dice, tus días de duelo llevarán a su fin.
¿Todo tu pueblo será justo? Pues será para siempre su tierra, pues yo los plantaré allí con mis propias manos, con el fin de darme gloria a mí mismo. La familia más pequeña se convertirá en mil personas y el grupo más de minutos se convertirá en una nación poderosa. A su debido tiempo yo el Señor haré que esto suceda.
Cuando habla de la escuridad, las naciones precisamente de eso se trata. Naciones que han sido primías por la violencia, especialmente nuestra nación colombiana. No recuerdo ninguna época de mi vida en que mi país no haya estado en guerra.
No recuerdo ningún momento en donde haya habido una verdadera paz. No recuerdo ningún momento en donde no hayan habido desplazados. Mi padre fue uno de esos desplazados por la primera violencia en los años 50.
¿Cuántos desplazados tiene Colombia? ¿Cuántos desplazados tienen las naciones? Pero lo hermoso de este texto es que entonces ese día en ese nuevo cielo de esa nueva tierra tendremos para nosotros una posesión perpetua, una plantaciones perfectas. Tendremos luz perpetua. No habrá escuridad.
Tenemos una luna. Tendremos ante todo la presencia del Dios justo. Y dice así, todo tu pueblo será justo.
Yo necesito ha sido un anhelante de la justicia. Toda la vida me ha perseguido ese anhelo y ese dolor por la justicia. Pero esta es la promesa más hermosa.
Todo tu pueblo será justo. ¿Cómo anhelamos tanto ser justos nosotros mismos como que sean justos con nosotros como que nuestras naciones sean justos? Bueno, en la gloria futura, en ese cielo que nos espera, hay justicia perfecta y eso me llena mi corazón de esperanza. Ya no necesitaremos que el clima no lo manejen, no lo manipulen, no lo organizen, no lo manipulamos, no tendremos que vivir fenómenos ni el niño ni la niña ahora con estas amenazas que tenemos de sequías, de cortes, de energía.
Qué maravilla saber que tendremos luz perpetua, tierra perfecta, comunidades, no habrá desolación, no habla de desplazamientos. ¿Quieres participar de esa gloria futura? Bueno, necesitas confiar en que tu Salvador y tu Señor, tu Redentor es el Dios de tu alma y en él puedes confiar para que esta promesa de reención se acierta para ti.
¿Anhelas el cielo? Es importante que lo anhelas o ya perdiste toda esperanza.
Espero que este texto te renueve el anhelo por esta promesa gloriosa, a la cual tú tienes que decirles sí, Señor, por favor, regálame este derecho y esta promesa. Nos vemos mañana.

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