Esta semana nos adentraremos en los intríngulis del estrés y a la ansiedad. Tendremos unos episodios muy especiales en los cuales podrás encontrar herramientas de auto-evaluación y manejo. Así como el fortalecimiento de tu resiliencia.
Nos dice la Clínica mayo respecto al Estrés lo siguiente:
El estrés es una reacción psicológica y física normal a las exigencias de la vida. Un poco de estrés puede ser bueno y motivarte a un buen desempeño. Sin embargo, muchos desafíos diarios, como tener que esperar en un embotellamiento de tráfico, cumplir con plazos de entrega y pagar las facturas, pueden imponerte más presión de la que puedes tolerar.
Tu cerebro viene programado con un sistema de alarma para protegerte. Cuando percibe una amenaza, le envía una señal al cuerpo para que libere una explosión de hormonas que aumentan el ritmo cardíaco y elevan la presión arterial. Esta reacción de alarma te da energía para lidiar con la amenaza.
Cuando la amenaza desaparece, el cuerpo debería volver a su estado normal de relajación. Desafortunadamente, las complicaciones constantes de la vida moderna, sus exigencias y expectativas causan que el sistema de alarma de algunas personas no se apague casi nunca.
¿Cómo te está afectando el ritmo actual de tu trabajo, tu ministerio, tu familia? Piensa que te está quitando la paz, el sueño el apetito. Qué dispara tus alarmas. ¿Qué te da fatiga, cansancio, angustia?
Sin duda todos estamos lidiando con cantidades grandes de estrés. Normalmente la gente dice: hay que estrés tengo, pero en general no hacen nada para reducirlo o cambiar los factores desencadenantes del estrés.
Generalmente seguimos con heroísmo para adelante, pero es muy importante que te des cuenta de que sí puedes aprender a manejarlo y reducir su impacto. Por eso los grandes desafíos de la vida moderna hacen del manejo del estrés una actividad necesaria para todos.
No es la situación de débiles que no saben cómo manejar sus problemas. No caigas en la trampa de pensar que si algo te afecta y te estresa es porque eres incapaz, o estás mal por no saber que hacer frente a las situaciones que te hacen sentir fuera de control.
Tampoco te hagas el de la vista gorda ante los sistemas relacionales, laborales, ministeriales o familiares que te están haciendo sentir agobiado y cansado. Sé consciente de las altas expectativas que tienes frente a ti mismo, o que sientes o percibes que otros tienen de ti. Esas expectativas muchas veces nos hacen muchísimo daño.
Ya hemos tratado el tema del perfeccionismo en alguno de los episodios de este año. No dudes en buscarlo, porque éste es uno de esos causantes de estrés en nuestra vida. Lo que no puedes cumplir, de lo que te hace competir por ser el mejor, eso de lo que te hace sentir exigido más allá de quién eres tú. El no poder disfrutar quién eres, por ejemplo y el sentir que siempre te faltan “cinco” para el peso, es algo que nos produce mucho estrés psicológico.
Obviamente hay situaciones que no podemos controlar, de las cuales hablaremos en el episodio de mañana.
Hoy concluyo con uno de mis textos favoritos de nuestro Buen Pastor en Mateo 11:28: “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar” Que bello consejo que nos da nuestro Pastor. Es el momento de hacer un pare cada vez que te sientas así.
El día de mañana te espero en el episodio sobre el manejo del estrés, para saber qué puedes hacer.