En el episodio de hoy entraremos de lleno al tema de la ansiedad, espero que los dos episodios de ayer te hayan sido de utilidad. No olvides dejar tus comentarios o entrar a servulnerable.com y mandarme testimonios o preguntas que aprecio tanto, al botón de WhatsApp. Eso realmente anima mi esfuerzo.  

¿Cuándo fue la última vez que experimentaste calma? Es importante que te des cuenta de eso y cuándo estás experimentando un estado ansioso. A veces no lo notas, porque te has acostumbrado a vivir así, o sinceramente has vivido toda la vida con una ansiedad posible ansiedad generalizada, Por ejemplo, puede ser que al estar sentado mueves tus piernas constantemente, que te muerdas las uñas, que te arranques los pelos de la cabeza, que te molestes la piel, o que experimentes alguna conducta repetitiva, bien sea dañina o no tanto, igual es posible que se trate de algún estado de ansiedad. No vamos a hablar de trastorno todavía, pero si te puede afectar.  

Empecemos por una definición de los expertos. La clínica mayo nos dice esto respecto a la ansiedad1 lo siguiente:  

“Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos de terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico). 

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo”.  

Distingamos de una ansiedad que forma parte de la vida, como hablamos del estrés o de una ansiedad incapacitante. En este caso ya estamos hablando de un trastorno ansioso. Es difícil reconocerse ansioso, especialmente si la ansiedad ha sido parte de la cotidianidad. Según las estadísticas recientes, los casos de ansiedad generalizada y de otros tipos van en aumento exponencial. De hecho, la gente comenta entre sí: “tengo estrés”,tengo pánico”, “no puedo dormir”, pero parece tan común que no saben que están sufriendo de ansiedad, o incluso la han experimentado casi toda su vida. Es como “lo normal” de su estado y no saben lo que es la calma.  

Sin duda hemos entrado a la “era de la ansiedad”. Pasamos por una pandemia donde el encierro y el miedo hicieron de las suyas, pero también los expertos nos advierten de los impactos de la vida en línea y frente a las pantallas sobre la salud mental de grandes y chicos. He sido testigo en los lugares que he visitado, de que algunos, nunca volvieron a un estado de calma. ¿No ayuda el aumento de la incertidumbre, ¿verdad?  

En nuestro Centro de Atención atendíamos eventualmente casos de ansiedad, pero el aumento ha sido tan grande en los últimos años que ha sido demasiado notorio. Las consultas por todo tipo de ansiedad, y cada vez más en la población joven, han ido creciendo de manera exponencial. ¿Cómo se siente? Quizás la historia de Tatiana nos lo ilustre bien, la cual habita en el capítulo 10 de mi libro: “Vulnerabilidad el regalo inesperado”, llamado “Estoy agotado”.  

¨Tatiana llegaba a su cama con la esperanza de dormir; esta vez, podría ser diferente y el cansancio haría su parte, permitiéndole caer en un profundo sueño. Pero para su terror, su mente comenzó a dar vueltas de manera incontrolable y desordenada. Sería una noche más en vela y desesperación. Unas pocas semanas después esta ansiedad generalizada pasaría la factura, y ella terminaría en una sala de urgencias con una terrible sensación de estar a punto de morir. Le hacen todo tipo de exámenes. Le dicen que todo está bien, que no sufre del corazón y su cuerpo funciona bien, pero su mente se ha descontrolado. Pasan varias semanas y ahora ve como una gran tentación el balcón de su apartamento. Quizás no valga la pena vivir más. Ahí se da cuenta ella de que, si no busca ayuda de inmediato, su fantasía de morir se puede hacer realidad”. 

El caso de Tatiana es el de muchos que han venido a buscar ayuda a nuestro Centro. Tienen la certeza de estar enloqueciendo. Y algo que ha empeorado el estado de salud mental en estos casos, es que han buscado a sus consejeros y estos simplemente les dan un ¨bibliazo”, con textos descontextualizados, o les dicen que no deben estar ansiosos en ninguna manera, o les sugieren jamás tomar el camino farmacológico, porque eso es falta de fe. Algunos casos han llegado a extremos, y los suicidios van en aumento en las comunidades cristianas. La falta de un abordaje integral del ser no ayuda, porque se tiene a confundir la debilidad emocional, con problemas espirituales. De hecho, este texto es muy valioso y si nos enseña a echar nuestra ansiedad sobre Jesús, ya que él nos cuida, pero no se debe usar como una formula, (estamos hablando del texto de Filipenses 4:6), sino como parte de un aprendizaje discipular, teniendo en cuenta todos los factores, incluida el área física.  

La ansiedad sí produce disfunción en la vida y las relaciones, y en los casos más extremos un terrible sufrimiento interno, que a veces muchos no notan. Recuerdo una profesional joven que vino a pedir ayuda. Era exitosa y su carrera iba en aumento, pero para poder continuar, le solicitaba su empresa hacer presentaciones públicas. Su pánico escénico le aguaba la fiesta y estaba empezando a afectarla seriamente. Pasaba horas y horas en las noches antes de sus presentaciones llena de angustia, temor y ansiedad. Ya no podía más. Gracias a Dios encontramos las herramientas para ayudarle y vio la sanidad de esta aflicción. No sabemos cuántos a nuestro alrededor se sienten vulnerables con tantos miedos.  

Ha llegado a ser útil mi comprensión de “doña ansiedad”, y mientras nuestros pacientes también me ayudan a crecer en mis debilidades, puedo también comprender mejor mi experiencia familiar con ella porque sin duda siempre nos ha afectado. Somos una familia especial, talentosa, creativa, musical y unida que queremos reunirnos en cumpleaños, navidades y vacaciones; que comparte el amor por la música y la cocina, así vivamos en diferentes ciudades. A pesar de este deseo, el afán y la ansiedad nos ha arruinado muchos momentos.  

¿Cómo sientes que doña ansiedad está afectando tu ser y, que áreas? ¿O incluso tu familia?  El darte cuenta es un paso muy importante, porque te puede llevar a hacer algo con esta situación y no permitir que tu calidad de vida siga en franco deterioro. Te espero en el episodio siguiente para profundizar en este tema.  

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