En el episodio de hoy te comparto una síntesis de esta semana: “el activismo como mecanismo para controlar el dolor y el caos, es una fantasía irracional. Se trata de un alto nivel de exigencia propia y exigencia a otros, un verdadero castigo que nos lleva a experimentar una carga constante en aumento, y a vivir en una mentira que fácilmente nos lleva al orgullo espiritual. Se supone que, si acumulamos actos de virtud, no solamente controlamos nuestro miedo, sino que nos sentimos orgullosos de ello. ¡Cuánto orgullo nos provoca el enemigo de nuestras almas!
Termino esta semana con un ejemplo impresionante de rendición de alguien que perdió quizás mucho más que casi todos nosotros: sus bienes, su salud, el soporte de sus amigos, de su esposa, pero, ante todo, todos sus hijos. ¿Cómo se mide este nivel de dolor?
Se trata de Job, cuyo drama humano realmente tiene un trasfondo espiritual: en últimas, ¿iba a renegar de Dios?, lo que el sugirió su esposa, y lo que esperaba anhelante, el diablo, que pidió permiso para tentarlo.
Cuando le llegaron todas las calamidades, lo que marcó la diferencia de todo lo que pasó de ahí en adelante, por muchos capítulos, comienza con una determinada decisión de este varón de Dios. En Job 1: 20-21 dice algo impresionante:
Entonces Job se levantó, rasgó su manto,
se rasuró la cabeza,
y postrándose en tierra, adoró, y dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre
Y desnudo volveré allá.
El Señor dio y el Señor quitó;
Bendito sea el nombre del Señor».
En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios.
¡Qué ejemplo! Cuando te llegue el caos, cuando te sientas llevado al extremo, cuando te llegue el sufrimiento entonces te queda una decisión muy importante: rendirte y adorar.
Es el mejor camino. No te vayas por el camino de culpar, pecar, justificarte. Escoge lo mejor. Ríndete y adora. Tal vez algún día tengas respuestas como cuando Job le hizo preguntas a Dios y Dios le hizo muchas preguntas a Él. Pero al final todas sus buenas promesas se cumplieron. Le fue restituida no solamente su salud, sino su felicidad.
No se si todas las historias van a terminar igual en esta tierra, pero lo que sí es cierto, es que todas las promesas de Dios se cumplirán en tu vida. Por eso es mejor que desde el principio tomes la actitud correcta de rendirte y adorar.
Si estás sufriendo en este momento, si sientes que el caos te rodea. Si estás sobrepasado de actividades, como hemos visto esta semana, este es el momento de rendirte y adorar. Cambia tu ritmo, suelta, disfruta, aprende este consejo tan valioso, de uno de los personajes más importantes, en toda la teología del dolor.
Que tengas un muy buen fin de semana.