El tiempo de adviento, obedece a una tradición muy antigua, en la cual se prepara una corona de ramas que se realiza con pino o abeto rodeado por cuatro o cinco velas, cada una de ellas se debe prender los días domingo previos a la noche de navidad.
El significado de la Corona de Adviento proviene de los antepasados judíos, musulmanes y paganos incluso, que se regían por un calendario de adviento que coincide con el uso horario del hemisferio norte por la época de invierno, en esas fechas los días son más cortos y con poca luminidad, hasta que llega la Navidad.
En algunas culturas de tradición cristiana, esto es más conocido, y me parece un ritual muy importante porque ayuda con la preparación para la reflexión en este tiempo. Quizás es una buena alternativa para huir del afán por los regalos, las preparaciones, etc; un camino muy importante para aquellos que quieren huir de la superficialidad presente para esta época de “fiestas” como se le nombra. Es cierto que estamos de celebración por el recordatorio del Nacimiento de Nuestro Salvador, pero es mucho más que eso.
Si pudiéramos, incorporarlo o no esta tradición, en mi caso me encanta, pero no ha sido frecuente en mi círculo familiar o más cercano. Si me gusta mucho, eso sí, tener un calendario de mensajes, celebración con dulces, para que quienes nos visitan sepan que estamos en una época especial.
Tengamos o no este tipo de tradiciones lo que sí se hace muy necesario es re-pensar cómo queremos vivir estos días de cierre y preparación para la noche buena de navidad y el nuevo año. Quizás nos convenga pausarnos un poco y pensar qué cosas debemos hacer diferente a los años anteriores. Que podamos incorporar la espiritualidad y los valores que son vitales rescatar en estos días.
Hoy comienza en nuestro país, no sé si en otros lugares, la tradición de las “novenas”, con pólvora, natilla y buñuelos. Se de otras delicias que se preparan en otras latitudes como los roscones de navidad, los panetones, los postres especiales, entre otros. En la zona de la Costa, por ejemplo, hay unos dulces que solo se hacen en para el tiempo de navidad. Lo bueno de estas tradiciones es que nos invitan a compartir con los amigos y la familia, a ser generosos y a celebrar todo lo bueno. Si hay algo digno de celebración, nos invita Las Escrituras, entonces celébralo. Por supuesto dentro de lo que no se debe hacer, es usar la pólvora y el alcohol, que se anotan cada año su buena cantidad de víctimas. En este diciembre se cuentan por cientos las víctimas, especialmente menores de edad.
¿Cuáles son tus propias tradiciones y las de tu familia para este tiempo?, ¿Has tenido ya tu propio tiempo de adviento? ¿Cómo te estas preparando en tu alma y tu corazón para este momento?
Yo estoy teniendo un tiempo de transición fuerte de cambios y renuncias, lo cual tiene una ventaja para mí en este momento, porque me obliga a reflexionar y prepararme de una manera muy diferente. Por supuesto procuro celebrar, pero también, se hace necesario pensar qué está pasando en mi vida y cómo el Señor sí está siendo nuestra prioridad en estos días. Te invito a pensarlo así.
Estos días pasan mucho más rápido de lo que crees, pasa la fiesta, el jolgorio, las luces y aún esa falsa felicidad que nos ofrecen las propagandas y las películas de navidad, sumado al consumismo. Esta semana, no corras tanto, páusate y medita como quieres hacer tu propia preparación para las dos semanas que vienen antes de año nuevo. No te dejes arrastrar por la corriente. Concéntrate en lo más importante y fundamental. Y no te olvides de pensar en los enfermos, en los que necesitan de tu compañía, tus oraciones, una llamada, tu amor y tu generosidad. Esos son los mejores regalos de navidad: tu amor y tu tiempo.
Deja de pensar solo en ti mismo y en tus deleites. Si eres discípulo de Jesús, necesitas vivir diferente tu adviento para comenzar un año distinto. No puede ser igual, porque siempre hay algo que necesitamos cambiar y renovar. Y si no eres un discípulo de Jesús te animo a que reconsideres tus caminos y que lo puedas invitar a que Él sea tu piloto del año 2025.
El texto de Colosenses 3:12 al 17 es muy pertinente para este propósito. Te da las bases para que te prepares y enfoques. Dice así:
“..ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes. Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones. Y todo lo que hagan, de palabra o, de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias por medio de Él a Dios el Padre”.
Que estos días tu puedas concentrarte en cultivar estas virtudes tan importantes, con compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia y perdón. Que el año nuevo te llegue preparándote con un corazón, puro, sincero y sin resentimientos. Buena propuesta. Que estos días sean llenos de su paz y que su provisión sea sobre ti.