En muchos hogares de Colombia uno encuentra una Biblia abierta en el Salmo 91, como a manera de agüero de protección contra la inseguridad, las plagas, los miedos, los amigos de lo ajeno, los terrores de la noche y las tragedias. ¿Será posible?  

Hoy exploraremos el verdadero significado de este bello Salmo, que me ha sido de mucha esperanza, en un tiempo de enfermedad e incertidumbre, en la cual ha sido fácil perder mi confianza, por momentos, en mi Padre Celestial.  

No hay nada más lejos de la realidad que este agüero; no es magia, ni tradiciones parecidas a todo lo que la gente hace para fin de año para tener suerte. No es un método el que garantiza que estés protegido del mal. Parece que quienes siguen este agüero, no han leído bien el texto y menos han comprendido su esencia.  

Leamos la primera parte de este Salmo y descubramos las grandes promesas de aquellos que viven bajo el amparo del Altísimo, porque además de precioso, para este tiempo de fin de año, nos ubica en una perspectiva importante, acerca de quién nos puede dar esa seguridad que tanto anhelamos y necesitamos.  

El que habita al amparo del Altísimo 
Morará a la sombra del Omnipotente. 
Diré yo al Señor: «Refugio y fortaleza míos, 
Mi Dios, en quien confío». 

Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. 
Con Sus plumas te cubre, y bajo Sus alas hallas refugio; 
Escudo y baluarte es Su fidelidad. No temerás el terror de la noche, 
Ni la flecha que vuela de día, Ni la pestilencia que anda en tinieblas, 
Ni la destrucción que hace estragos en medio del día. 
Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, 
A ti no se acercará. Con tus ojos mirarás 
Y verás la paga de los impíos. 
Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, 
Al Altísimo, por tu habitación. No te sucederá ningún mal, 
Ni plaga se acercará a tu morada. Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, 
Para que te guarden en todos tus caminos.En sus manos te llevarán, 
Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y la cobra pisarás; 
Pisotearás al cachorro de león y a la serpiente. 

Hay dos actores en este texto con acciones muy concretas que van mucho más allá a abrir un libro al lado de la puerta, de tu casa o de tu negocio.   En principio se trata de aquel que toma una decisión muy importante frente a Dios: vivir bajo la sombra del Altísimo, y expresar de manera consciente, una confianza radical en Él para asi declararlo el Único Refugio. Se trata de una decisión de fe y confianza muy importantes, especialmente, cuando las cosas no salen bien y hay peligro inminente en cualquier aspecto de la vida. Se trata de una confianza declarada a manera de adoración.  

Esto no es fácil hacer esto cuando estás a prueba. En tantos exámenes, diagnósticos y tratamientos que he tenido estos tres meses, he vivido momentos de mucho temor y angustia, donde he tenido que decidir confesar esta verdad y adorar con mi confianza declarada de manera explícita. Así mi corazón esté temblando de temor, declarar entonces Dios solo tu eres mi refugio; mi lugar seguro, no es una fórmula, sino un acto de adoración a un Dios personal. Por eso dice mi Dios en quien confío. Del que hablamos la semana pasada: El Dios con nosotros; el Emanuel. Quizás mi corazón duda, pero la decisión de confiar hará la diferencia.  

Por otro lado, la respuesta y promesa de Dios son acciones muy concretas: rescate, protección, cobertura, libertad del miedo, de la enfermedad, liberación de los enemigos y de la destrucción repentina.  Protección contra las serpientes; los áspides y el envío de sus ángeles que es una cosa maravillosa. Cosas especiales que podrá hacer nuestro Padre por ti y por mí.  

Veamos la última parte del texto:  

«Porque en Mí ha puesto su amor, Yo entonces lo libraré; 
Lo exaltaré, porque ha conocido Mi nombre. 
Me invocará, y le responderé; Yo estaré con él en la angustia; 
Lo rescataré y lo honraré; Lo saciaré de larga vida, 
Y le haré ver Mi salvación». 

Conocer a Dios de esta manera es un gran regalo, que espero seguir destapando este fin de año. Poder invocarle con esta confianza es una gracia que transforma cualquier circunstancia, en la cual Él promete rescatarte y honrarte. Espero vivir todos mis días que resten en esta tierra con esta decisión, disfrutando y viviendo cada minuto su Salvación.  

No se trata de los rituales y sortilegios que hagas a fin de año para buscar la protección de tu dios hecho a tu propia imagen. Se trata de invocar al Dios Altísimo, al único que tiene el control de todas las cosas; de confiar radicalmente en Él.  

Tendrás que aprender a refugiarte en Él quien es una Persona y no en lo que hagas para controlar tu realidad.  A confiar en quien si te puede guiar y proteger verdaderamente.  

Espero que este fin de año, puedas adorar de esta manera tan activa y poderosa al Dios Altísimo. Yo le pido a Él que mi corazón débil pueda tomar esta decisión de inamovible confianza. Eso marcará la diferencia este fin de año.  Toma entonces la decisión más importante hoy: confiar en Él. Y no solo abrir este Salmo a manera de fetiche, sino meditar en Él y entender lo que significa esta confianza a toda prueba.  

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