Uno de los mecanismos que los seres humanos solemos tener como mecanismo de defensa ante las crisis es huir, evadir o compensar con algo, por ejemplo ¿chocolates- Si cuando he tenido un día malo, quiero chocolate o más azúcar.
Hoy avanzaré contigo en herramientas de afrontamiento de crisis, de modo que estés preparado y no pierdas la ruta, cuando siente que el agua te llega al cuello.
De hecho, uno de mis cantantes favoritos, por la profundidad de sus canciones, Marcos Vidal, en una de sus últimas producciones, ganadora de un Grammy dice en una parte así:
“Y ya no me asusto del fuego, o si el río me llega hasta el cuello. No siempre estoy viendo la realidad, que hay siempre un camino en la oscuridad. Jesús sigue estando en el trono, la luz sobrenatural, Y nunca estoy solo en la fragua y estoy respirando debajo del agua
¿Quién te hizo creer que era sencillo? ¿Quién te hizo pensar que tu castillo resistiría el fuego y la tormenta y hasta la enfermedad? Vuelve a caminar con tu cojera, Vuélvelo a intentar, que el sol te espera, Y hay mil testigos mudos que te celebran, con luces encendidas, preparando tu bienvenida.
Y no te sorprendas del fuego, o si el río te llega hasta el cuello. No siempre estás viendo la realidad, Que hay siempre un camino en la oscuridad. Jesús sigue estando en el trono, la luz sobrenatural, Y nunca estás solo en la fragua y estás respirando, debajo del agua”.
¿En serio?, ¿es posible respirar debajo del agua? Es una metáfora muy fuerte, pero muy real. ¿Has tenido este tipo de crisis? Yo sí, esa crisis en la que parece que dejas de respirar del estrés, de sorpresa, cuando dices: no puede ser, esto es increíble, te dices a ti mismo, y bien quedas paralizado o acudes a ese mecanismo de dejar de pensar en eso, porque no lo soportas. A veces es demasiado si y decido no pensar en el problema. Bueno, mientras logras recuperar algo de equilibrio tiene algo de sentido, pero la evasión permanente o como único mecanismo de afrontamiento no es lo mejor.
No sé cómo lo vives tú, lo cierto es que es importante crecer en mecanismos que vayan más allá y te permitan respirar debajo del agua.
Te daré una lista que te provea cinco elementos claves, para que no pierdas la ruta y te puedas mantenerte enfocado, a pesar de cualquier crisis que tengas que enfrentar, bien sean peligros u oportunidades que se te presenten.
- Para y ora. Recordemos una de las herramientas de anti-estrés: Recuerda la oración de rescate: “Señor te entrego todo y a todos”. No hagas nada hasta que respires y puedas retomar el equilibrio.
- Para y evalúa. No entres a modo reactivo y procura no tomar decisiones en estado de alerta. Date un tiempo para pensar, porque corres el riego de tomar malas decisiones.
- Recalcula la ruta. Cuando uno está perdido en una de esas aplicaciones que te llevan en una ruta concreta, si tomas la ruta incorrecta, o te encuentras un accidente, u obstáculo, es necesario recalcular. Si tal vez tienes que superar la frustración y ser mucho más flexible. Cuando te enfrentas a un obstáculo insalvable, solo hay dos opciones: te quedas lamentando ahí por siempre, o rodeas el obstáculo, y vas por otra ruta, sin perder la meta final.
- Pide ayuda. No tienes que saberlo todo y no tienes que lograrlo solo. Hay crisis imposible de superar sin consejo superior, de Dios y de otros. En este modelo de vulnerabilidad que estoy planteando en este proyecto, se vale la debilidad, no saberlo todo y no poderlo todo. Porque no somos Dios. Hay que dar lugar a lo sobrenatural en tu vida.
- Cambia de ritmo. Baja el ritmo y crea márgenes de recuperación. El estrés desgasta a nivel físico, emocional y espiritual, así que, en los días difíciles, necesitarás tiempo extra, comer mejor, dormir un poco más, cuando ya lo puedas hacer,
Estos elementos te permitirán avanzar en tu resiliencia. Créanme que en estos días en los que he tenido que enfrentar varias crisis, yo misma he tenido que practicarlas. Al final, estarás con más paz, dominio propio y mucho más abierto a lo que Dios te puede guiar a hacer los cambios necesarios, en medio de la crisis. Apreciaría mucho que dejes tus comentarios aquí o en mi página servulnerable.com. Ahí me puedes escribir directamente a mi botón de WhatsApp.