En el episodio de hoy te voy a hablar de la importancia de sacudirnos la inercia de la indiferencia, un fenómeno que nos ha afectado tanto en los últimos tiempos permitiendo que el mal avance de manera rampante.
No se ha pasado que de repente sientes el peso de ese pensamiento que te susurra: “deje así”, o “no se puede hacer nada”, “así es la vida”, pensamientos que enmarcan la impotencia y se visten precisamente de indiferencia.
Te comparto esta semana algunos segmentos del capítulo 4 de mi libro: “Vulnerabilidad, el regalo inesperado”, llamado Vulnerabilidad y Empatía. Arranquemos con una historia de la vida real que parecía ficción, pero tristemente fue realidad.
“Un individuo, a varios metros de altura, amenazaba tirarse al vacío. Se encendieron los celulares y comenzó la transmisión en vivo y en directo. Lo más impactante es que los testigos estaban más preocupados por grabar la escena y llenar sus redes que preocupados por la vida de esa persona. Así llegó a mi celular el “reel” con la novedad. Nadie contó qué más ocurrió, no hubo reflexión. No quise ver más, pero sin duda si esa persona quizás acabo con su vida, mientras lo filmaba, con la más fría indiferencia. En las redes se encuentra todo tipo de “espectáculos”; asesinatos, robos, agresiones, no importa qué pasa con las personas, lo que importa es ganar “likes” con una transmisión. ¿Qué más da? Es un espectáculo más; una víctima más de nuestra degradación moral. Eso es lo que llamaría, una sociedad enferma de indiferencia.
La película “Sound of Freedom” (Grito de libertad), claramente expone nuestra enfermedad y el más siniestro negocio del tráfico de niños en todo el mundo; cómo se usan las guerras y los conflictos para vender, abusar y explotar a los niños; un negocio más lucrativo que el narcotráfico o las armas.
Sabiendo que tráfico de niños parece un negocio imparable, hubo un hombre que no fue indiferente y unas personas que se les unieron para ser parte de la solución, y esto implicó la liberación de más de un centenar de niños.
Sí, hemos llegado a ser una sociedad que dejó de sentir dolor por lo que le pasa al otro, que no le importan los niños, ni el pobre, ni las viudas, entonces estamos enfermos y nos espera destrucción. En las semanas pasadas un pueblo del Cono Sur fue testigo y cómplice de la desaparición de un pequeño de 5 años, que aún no aparece, pero se sabe que lo vendieron. ¿Quiénes están implicados en ese pueblo? Casi todos.
Lo que se descubrió en las investigaciones es que esta trata de mujeres y menores en esa frontera lleva mucho tiempo. Fueron apareciendo las victimas; padres que no volvieron a ver a sus pequeños, robados de muchas maneras, pero ante todo con el consentimiento y la indiferencia de muchos. ¿Qué cambió el curso de esta historia? Que para alguien no fue indiferente esta historia e hizo un escándalo de padre y madre, lo que ha puesto de manifiesto lo siniestro de las autoridades de ese lugar, parte de una banda de perversos. Estamos esperando la caída de esas personas.
Ya somos sociedades de decadencia moral y pérdida de derechos; rigen los oligopolios y la cultura de cancelación: de la vida, de los débiles, de los enfermos, de las diferencias, algo tan importante en una sociedad sana. Para los amigos de la supresión se supone que debemos ser fuertes siempre. No conozco a nadie sin debilidades. No es posible pasar de largo sin sentir arrepentimientos, pérdidas, vergüenzas, culpas y dudas. Lo grave es que cuando una sociedad se viste de indiferencia con los débiles, los que sufren son los más vulnerables.
No soy socióloga experta, pero me pregunto cómo es que hemos, como sociedad, fomentado las psicopatías, las matanzas en las escuelas y una rampante pérdida de la empatía, la compasión y la salud mental. Llama la atención cómo se van poniendo de moda los dramas oscuros, películas de terror, de violencia psicopática, muerte, satanismo y degradación.
¿Por qué pareciera que aumenta la búsqueda de este tipo de contenidos? De hecho, los espectáculos mundiales, llámese artísticos o deportivos han expresado un neo- paganismo que nos lleva de regreso a la barbarie pre-cristiana que tuvimos en el mundo antiguo. No estamos evolucionando. Buen ejemplo es la terrible puesta en escena pagana y woke en la reciente ceremonia de los olímpicos.
Y bueno, algunos levantan su voz de protesta y eso es bueno, pero la verdad, son unos pocos y hasta que no superemos esta indiferencia ante el mal, vamos a involucionar hacia una sociedad que se mofa de progresista, pero realmente es regresista. La Sociedad Occidental fue fundada bajo los principios de la humanización cristiana. Si abandonamos eso, estamos perdidos.
¿Qué haces tu cuando ves estos contenidos? ¿Qué haces tu cuando observas estas propuestas paganas? ¿Estas letras terribles de estas canciones? O participas de “Cinco noches de lleno total” de una persona que se viste de una manera indecente. ¿Reflexionas con tus hijos o te muestras indiferente?
¿Qué es lo que nos pasa? ¿Te impactan estas historias? ¿De qué tipo de mal has sido cómplice con tu propia indiferencia? Como vimos en uno los episodios de julio, no hay buenos; no se culpa de los “malos”. Si bien los gobernantes son mucho más responsables, todos tenemos que ver con nuestro silencio, el cual termina siendo cómplice.
¿Te ha pasado algo de esto? ¿Qué tienes que hacer amigo para empezar a ser parte de las soluciones y no de los problemas?
Te dejo un texto que nos habla de aquellos que no fueron indiferentes al mal, especialmente Aquel que rompió el mal con su sacrificio. Dice Hebreos 12:1-3.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar”.
Que tu lucha por el bien no desmaye, que tu búsqueda de la luz no se canse. Que tu participación por los que necesitan más reciba una acción activa. Que los más vulnerables, reciban acciones concretas de tu parte.
Espero que hoy tu corazón reciba oxígeno y que tu corazón se despierte en este día, porque Su Espíritu se encarga de esto.