Octubre 3, El Ángel del Señor, dice el capítulo 34 del Libro de los Almas. Alabarí al Señor en todo tiempo. En cada momento pronunciaré sus alabanzas.
Solo en el Señor me háctare que todos los indefensos cobren ánimo. Vengan, hablemos de las grandezas del Señor y saltemos juntos su nombre. Oree al Señor y Él me respondió, me libró de todos mis temores.
Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría. Ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro. En mi desesperación oré y el Señor me escuchó.
Me salvó de todas mis dificultades, pues el Ángel del Señor es un guardián. Rodea y defiende a todos los que le temen. Prueben y vean que el Señor es bueno.
Qué alegría para los que se refugian en Él. Teman al Señor ustedes los de su pueblo santo, pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan. Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre, pero a los que confían en el Señor no les faltará ningún bien.
En estos días tuve varias noticias difíciles, relacionadas con decisiones que tendría que tomar muy pronto. Y todo empezó a ponerse un poquito complejo. Este fue un tiempo para mi de angustia, un tiempo de qué voy a hacer con esto y esta situación que aparece por acá y esta decisión que tengo que tomar.
Entonces ese día tomé la decisión de que a pesar de mi angustia y mi preocupación pues iba a lavar al Señor. Dice alávelen todo el tiempo cada momento pronunciaré sus alabazas. Tomé la decisión de que al momento que apareciera la angustia porque me estaba enfrentando una cantidad, una lista grande e insertido.
Sintiéndome muy indefensado, muy desprotegida por causa de mis debilidades físicas y emocionales. Entonces y también por otras decisiones que tenía que tomar. ¿Dónde va? Todas las personas me preguntaban ¿Qué vas a hacer y dónde vas a vivir y qué va a pasar? Yo sí, solamente no sé.
Pero dice el versículo 4. Coré al Señor y Él me respondió y me libró de todos mis temores. Fue muy lindo porque en un solo día fui recibiendo noticias una tras otra de soluciones que Dios estaba proveyendo para mí. Dice los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría.
Ninguna sombra de vergüenza les oscurizará el rostro. En mi desesperación oré y el Señor me escuchó. El problema no es que tengas a veces angustia o desesperación.
Por supuesto que puede venir. No te sientas culpable por eso. Eso no significa que no tienes fe.
El punto es ¿Qué haces? Inmediatamente llega esa crisis, esa situación. ¿Qué haces con eso? Tienes que tomar una decisión. Buscar al Señor.
Buscar al Señor. No pelearte con Él. Buscarlo.
En esa desesperación, entonces tienes que tomar la decisión de orar y buscarlo y esperar su salvación. Definitivamente es hermoso porque hay una promesa muy especial para quienes temen a Dios que tu temor te guarde el corazón. Y dice el Ángel del Señor es un guardián rodea y defiende a los que le temen.
¿Tú sabes que no estás solo? Si tú has confiado tu vida al Señor, si tú temes al Señor, tú nunca estás solo. Su ángel te está haciendo una protección sobrenatural. Te rodea y te defiende.
En esos días que he ido a cirugía, por supuesto yo tenía que confiar. No estoy entrando a esa sala sola, Señor. No estoy pasando por este proceso sola.
Tu ángel está ahí para defenderme y caminar conmigo. Quiero probar y ver tu bondad, Señor, como dice aquí. Qué alegría para los que se repuguen en él.
Las pruebas muchas veces son una linda oportunidad para recordar estas promesas, pero también para vivirlas, para experimentarlas. Quizás a veces cuando no venga el sufrimiento pues no tendré la oportunidad de probar, como dice aquí. Teman al Señor a ustedes los de su pueblo pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan.
Así que para los que confían el Señor no les faltará ningún bien. Esa es nuestra promesa. Sea lo que sea.
El bien te va a rodear. Sea lo que sea. El bien me va a rodear.
Recuerden que hemos hablado estos días de el amor inagotable. Todos estos almos de esta serie persisten en una una conciencia clara que tenía David. ¡Wow! Yo me he equivocado pero es un amor inagotable.
¡Wow! Me rodea la angustia pero su amor es inagotable. ¡Wow! Tengo temores pero su amor es inagotable. ¡Wow! Me persiguen mis enemigos pero su amor es inagotable.
Que seas consciente de que su amor es inagotable. Y el ángel del Señor te rodea y es tu guardián. Este bendiga.