Hola a todos, por motivos de fuerza mayor durante las últimas dos semanas no me fue posible sacar episodios en este espacio. Gracias por su paciencia espero que esta semana puedas continuar conmigo que podamos retomar el ritmo porque fue por razones de fuerza mayor y situaciones familiares y de salud. Gracias por su fidelidad gracias por estar ahí así que hoy solamente quiero darles un saludo y retomar este espacio.  

Para quienes me conocen saben que soy esforzada y perseverante, pero hay momentos en la vida en que se hace necesario parar. No es fácil para quienes somos muy activos y nos cuesta parar, pero también son estos momentos de debilidad y crisis, cuando nuestra vulnerabilidad nos da mensajes especiales. Yo he pensado en tres mensajes:  

En primer lugar, nos damos cuenta de que tan frágiles somos y cuánto necesitamos de la gracia de nuestro Dios cada día. A veces andamos con tanta independencia como si todo se tratara de los recursos propios que creemos tener, cuando en realidad lo que tienes es por su gracia; un regalo y un préstamo. En estos días que uno de los restaurantes más famosos de Colombia tuvo que cerrar las puertas por un grave accidente, no damos cuenta de esta realidad. ¿Quién iba a pensar que esa tragedia ocurriría? No somos tan conscientes cuanta gracia recibimos cada día y cuanta necesidad tenemos de que Dios nos siga cubriendo con su protección y su misericordia.  

Espero que no creas que todo lo que tienes es solo por tu esfuerzo. Sé agradecido y aprende que nada puedes hacer separado de Él.  

En segundo lugar, cuando somos vulnerables, nos damos cuenta de las personas que se preocupan por nosotros que están dispuestos a hacer una llamada a estar pendientes y a estar ahí. Doy gracias por todos aquellos que me mandaron sus mensajes de solidaridad conmigo y con mi familia que estuvieron presentes en esta pérdida.  Dios les pague les bendiga por su generosidad, estoy agradecida.  

Sin duda alguna una de las cosas más difíciles para el ser humano es enfrentar los momentos de sufrimiento, en soledad; eso es aterrador. Pero que bendición para aquel que no está solo y que tiene alguien que le de la mano en los momentos difíciles espero esta gracia para mí y para ti.   

Si conoces a alguien que está enfermo o necesitado de una llamada, sé generoso y piensa de manera práctica como acompañarle. Una acción aparentemente pequeña puede significar demasiado y marcar la diferencia en la vida de esa persona. No dejes que la indiferencia sea un anti-valor en tu vida, alimenta tu corazón con compasión, algo que carece tanto hoy nuestro mundo.  

El tercer mensaje que me dejó este tiempo es que no eres indispensable. He tenido que confiar en que Dios proveerá lo que se necesitan en los diferentes escenarios donde sirvo. No es fácil vivir esto, porque sin duda sí queremos un rol y un papel en el mundo y tememos dejar de ser alguien o ser tenidos en cuenta, de no salir del juego; no nos queremos quedar en el banco de suplentes, pero es necesario menguar para que otros crezcan y especialmente poder dar lugar a la Gloria de Dios en todo esto. Solo él la merece y es el verdadero protagonista. 

Buena lección para nuestro orgullo. Es bueno disfrutar la paz que da el saber que Nuestro Padre tiene el control y él sabe cómo manejar sus asuntos, mejor que lo que yo se supone que yo sé.  

Espero poder seguir con ustedes más tiempo y me animan a seguir, cuando me leen y mandan comentarios. Bendiciones. 

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