Es muy interesante que las figuras de esta, este capítulo completo de jeremías habla, como vimos hace 2 días, de las tierras áridas. Ayer habla en el versículo 7, el versículo 9 habla de unos arroyos, quietos, veamos qué nos dice desde el versículo 10 hasta el 14. 
 
Ustedes, naciones del mundo, escuchen este mensaje del señor, Proclámenlo en las costas lejanas. El señor que dispersó a su pueblo los reunirá y los cuidará, como hace un pastor con su rebaño, pues el señor ha rescatado a Israel de manos más fuertes. Vendrán a su Tierra y entonarán canciones de alegría en las alturas de Jerusalén estarán radiantes debido a los buenos regalos del señor, abundancia de grano, vino nuevo y aceite de oliva. 
 
¿Y los rebaños y las manadas saludables? Su vida será como un jardín bien regado y desaparecerán todas sus tristezas. Los jóvenes danzarán de alegría y los hombres jóvenes y viejos se unirán a la celebración. Convertiré su duelo en alegría, los consolaré y Cambiaré su aflicción en regocijo. Los sacerdotes disfrutarán de la abundancia y mi pueblo se saciará de mis buenos regalos. 

 
Yo el señor, he hablado de que hermosa es la figura de este día, el jardín, el jardín bien regado, que triste es un jardín con maleza, con desorden, con frutos podridos, con frutos contaminados por gusanos, se ve feo, cierto, sin limpieza, con hojarasca. 

 
Pero si pensamos en un jardín bien regado es hermoso. Recuerdo un jardín muy hermoso que tenía mi amiga Dolly de Canadá. En el centro del jardín. Tenía un corazón que era el que era. Sacaba agua para todas sus maticas y cuando lo prendían, pues desde ese corazón se regaba toda esa agua fresca y pura para su jardín. Nunca olvidaré esa imagen porque me pareció hermoso. 

 
Y inspirador. Mi amiga Dolly había pasado por unas experiencias muy dolorosas en la guerra. Cuando era pequeña estuvo en campos de concentración en un país muy, muy lejano por Asia y ahora, y había vivido muchos años con estrés postraumático, pero ahora, en su hogar tenía su jardín bien regado. 

 
Y recuerdo con mucha alegría, a pesar de sus de sus más de 80 años, ver el cumplimiento de esta promesa. Jóvenes y viejos que se unen a la celebración de un Dios bueno, como dice aquí, que da buenos regalos, que a pesar de que hayamos pasado por valles de lágrimas, como hablamos ayer, en vez de lágrimas, de tristeza, ahora hay. 

 
Y en vez de aflicción, ahora hay regocijo, vida como un jardín bien regado. ¿Te imaginas eso en tu vida? ¿Te imaginas ese fruto tan hermoso? Y lo más lindo es que esto no, no es solamente una promesa para el pueblo de Israel. Muchas veces nosotros no, no, no sabemos interpretar estas promesas de los profetas del Antiguo Testamento, pero es bien importante que entendamos que cualquier persona. 

 
Que acepte al señor Jesucristo en su corazón, se convierta inmediatamente heredero de todas las promesas, porque pertenecemos al Israel nuevo, a ese nuevo remanente que Dios preparó. Así que esta promesa es para ti, dice. El señor ha rescatado Israel de manos fuertes, vendrán a su Tierra y entonarán canciones de alegría en las alturas en Jerusalén. 

 
No sé qué piensas tú del cielo, no sé qué piensas tú de la nueva Jerusalén, pero habrá una nueva Jerusalén y esa Jerusalén es para ti. ¿Dice que ahí habrá abundancia de grano, vino nuevo y aceite de oliva, y te preguntarás, cómo? Así es que en el cielo hay, se puede comer y va a haber frutos. Y todo eso sí, Claro que sí. En Apocalipsis 21 aparece claramente la imagen. 

 
De un río, de un jardín, de una ciudad algo muy especial. A veces no dimensionamos cómo es realmente esta gran promesa para nosotros. Pero lo que sí es cierto es que lo que es cosecha saludable, manadas saludables, fruto saludable, jardín bien regado, alegría, danza, regocijo. 

 
Son parte del plan de Dios para nuestra vida. Su plan no es un luto perpetuo, así que es muy importante que tú te puedas aproximar en tu jardín de duelo, en tu jardín de pérdidas, en tu jardín de luto, en tu jardín de incredulidad, tú puedas venir a disfrutar y a recibir de tu padre celestial. 

 
Agua fresca que te vuelva a dar fruto y te dé alegría y gozo de nuevo, así que Dios convierta nuestros duelos en alegrías, que Dios, el Dios de la restauración del que hemos hablado hace 2 días, no que trae bendiciones en las tierras áreas, que además de todo trae consolación en el hogar del papá y que además de todo te siembra un jardín maravilloso. 

 
Para en el cual pueda disfrutar de los mejores frutos. Eso es lo que significa restauración. Recuerden que estamos viendo esta serie restauración, así que disfruta de las promesas de la restauración de nuestro Dios. 

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