Esta semana seguiremos en una serie devotional, así como en las siguientes semanas, debido a que estoy en recuperación. Dice Isaías 58, un texto muy interesante sobre el tema de la justicia y la verdadera adoración.
Grita con la voz de un toque de trompeta. Grita fuerte, no seas tímido. Hablale a mi pueblo Israel de sus pecados.
Sin embargo, se hacen los peadosos. Vienen al templo todos los días y parecen estar encantados de aprender todo sobre mí. Actúan como una nación justa que nunca abandonará las leyes de su Dios.
Me piden que actúe a su favor fingiendo que quieren estar cerca de mí. Hemos ayudado, hay un lado delante de ti, dicen ellos, porque no te impresionamos. Hemos sido muy severos con nosotros mismos y ni siquiera te das cuenta.
Les diré por qué, les contesto. Es porque ayunan para complacerse a sí mismos. Aún mientras ayunan, oprimen a sus trabajadores.
¿De qué les sirve ayunar si siguen con sus peleas de oveñas? Con esta clase de ayuno nunca lograron nada conmigo. Ustedes se humillan a la serpenitencia por pura fórmula y inclinan la cabeza como cañas en el viento. Se visten de tela áspera y se cubren de cenizas.
¿Cómo a eso le llaman ayunar? ¿Realmente creen que eso agrada al Señor? No, esta es la clase de ayuno que quiero que pongan en libertad los que están encarcelados injustamente. Que alivine la carga a los que trabajan para ustedes. Que dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente.
Compartan su comida con los ambientes y de refugio a los que no tienen hogar. Denles ropa a quienes la necesitan y no se escondan de parientes que precisen su ayuda.
Entonces su salvación llegará como el amanecer y sus heridas sanarán con rapidez.
Su justicia los guiará hacia adelante y atrás los protegerá la gloria del Señor. Entonces cuando ustedes llamen el Señor les responderá si aquí estoy les contestará enseguida.
¿Qué contraste tan tremendo nos da este texto? Relacionado entre la falsa adoración y la verdadera entrega al Señor.
¿Y cuáles son las promesas? Que aparecen al momento en que podamos tener una verdadera espiritualidad. Este es un tiempo de mucho engaño espiritual. De mucha falsedad espiritual.
En donde todos luchamos con expresiones de religiosidad en nuestras vidas. En donde pensamos que estamos agrandando a Dios pero realmente no necesariamente es así. Es interesante que aparecen tres acciones muy concretas.
Dicen, tú parece que estás muy religioso pero ni siquiera te das cuenta que yo no
escucho tus oraciones. Que no me impresionas. En otra parte dicen, yo realmente no me agrado de esto.
Tal vez pensamos que agrandamos a Dios haciendo ciertas cosas. Pero la única cosa que agrada realmente al Señor es un corazón verdaderamente alineado con sus valores, sus principios y su reino. No es que nosotros podamos construir una religión que finge estar cerca de Él, que finge hacer sacrificios, que finge hacer acciones religiosas, humillarse delante de Él cuando Él nada que ver con esto.
Dicen, no se hagan los piadosos. Yo no sé si tú luchas con una falsa piedad en tu vida.
Facilmente podemos llegar a la iglesia estando en una vida que no es acorde a la
voluntad de Dios.
Facilmente podemos servir en ministerios sin tener nuestro corazón alineado con lo que le agrada al Señor. Facilmente podemos hacer actos de mucha justicia mientras pensamos que estamos haciendo las cosas correctas. Así que el Dios que tenemos no es un Dios de sacrificios que espere que nosotros hagamos todo un sistema religioso para poderlo agradar.
Es un Dios de justicia, de amor y de misericordia que se preocupa por los que están encarcelados y justamente como dice aquí por los que trabajan de sol a sol, por los oprimidos, por los hambrientos, por los que no tienen hogar, por los que no tienen refugio, por los que no tienen ropa inclusive. Es muy detallado su anelo de justicia.
Incluso dicen no se esconden de parientes que precisen su ayuda.
No sé cómo está tu corazón alineado con estos principios, entre la justicia y la
misericordia del Señor y entre sistemas religiosos en donde estás pensando que agradas a Dios, pero realmente no. Yo he luchado con la falsa religiosidad. Sí, seguramente tú también.
Así que hoy solamente quiero animarte al que hagas un cambio y pienses que es lo que toca hacer primero antes de acciones religiosas. Dice la promesa llegará a tu salvación como el amanecer y tus heridas sanarán con rapidez. Es lo que Dios anhela para nosotros.
Su sanidad, su salvación, su justicia irá ir adelante de ti y su gloria te protegerá. ¿Quién no quiere tener a Dios de parte de parte? ¿Quién no quiere tener a Dios respaldándolo?
Yo quiero que Dios me respande y quiero poder caminar por sus caminos de una manera correcta. Así que dice aquí estoy, les contestaré enseguida que tus oraciones no tengas del estorbo de esa falsa doración que tu verdadera doración sea consistente con las acciones del carácter de Dios que es totalmente justo misericordioso y totalmente preocupado por los que tienen menos y no son privilegiados en esta tierra.
Así que piensa en sus pensamientos y podrás tener una verdadera adoración.

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