Septiembre 30. La dicha del perdón. Oh, qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado.
Sí, qué alegría para aquellos a quienes el señor les borró la culpa de su cuenta, los que llevan una vida en total transparencia. Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió y gemía todo el día. Día y noche tu mano me disciplina, de disciplina pesaba sobre mí.
Mi fuerza se evaporó como agua al calor de verano. Finalmente te conversé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije, le confesare mis rebeliones al señor y tú me perdonaste toda mi culpa desapareció.
Wow, qué dicha lo que vivió David. David tuvo una experiencia muy, muy crítica en donde dejó embarazada una mujer casada y además de todo y además de todo mandó matar a su esposo de tal manera que él quiso ocultar su pecado, pero Dios a través del profeta natal vino y lo exhortó y le dijo, tú no eres un buen hombre, has hecho algo muy incorrecto. Por eso es que él habla de las culpas que quería ocultar.
Aquí el problema no es si tenemos culpas, aquí el problema es nuestra actitud frente a nuestras faltas, nuestra actitud de orgullo frente a querer tapar nuestros errores. Siempre queremos deficarnos, eso es parte de nuestra tendencia. Siempre queremos cubrirnos porque la vergüenza también es algo que tiene mucho impacto sobre nuestra vida.
La transparencia no tiene que ver con que tú no tengas ninguna falta, la transparencia tiene que ver con tu actitud de confesión de tus faltas, si las puedes reconocer y no cubrir. No es fácil, es algo que tenemos que ir aprendiendo poco a poco y en lo cual normalmente desde pequeños los niños expresan esta tendencia hasta las mascotas hacen eso. Las mascotas cuando hacen algo malo se esconden de abajo de la cama o de una cubija, es muy interesante.
Yo no estoy sin aquí que las mascotas tienen alma, pero si vemos eso en esa naturaleza de esas criaturas es muy extraño. Sin embargo, qué bendición, como dice aquí, a quién es el esperonalaz obediencia. Ninguno puede decir que tiene una lista perfecta de vida, ni un record perfecto.
En estos días que he tenido la oportunidad de pensar y revisar mi vida, puedo darme cuenta de la cantidad de culpas que no he confesado y que necesito poner delante de Dios para que pueda burrar mi culpa y pueda tener esta dicha de este perdón. Qué bendición dice aquí los que tienen una vida en total transparencia. Creo que es una de las disciplinas espirituales más importantes y que están más olvidadas que nunca en nuestro contexto de fe.
Nos dedicamos a querer lavar nuestra imagen y decir somos perfectos, no hacemos nada malo, pero este texto no nos deja esa opción. Qué bendición que David haya podido hablar de su experiencia en este texto y cómo vivió la experiencia del perdón y de la confesión. Dice ya no intenté ocultar mi culpa.
Qué pasaría si dejaras de intentar tus culpas, de ocultar tus culpas. Qué pasaría si fueras más pronto para pedir perdón, para humillarte delante de Dios y así perdóname disculpa. Hermoso porque la promesa para estas personas es el perdón y la desaparición de la culpa.
Borrar de la lista, puedes imaginarte eso, se borra de la lista. Qué maravilla, porque alguien se le cubre su pecado. Quien cubre nuestro pecado? Quien es nuestra abogada cuando tenemos pecado? El justo Jesucristo.
Tenemos abogada, pero lo hermoso. Dice entonces se borró la culpa de la cuenta. No sé si tú tienes cuentas en rojo en tu odeudas.
Te imaginas que un día te llamen del banco y te digan mira la plata de hipoteca está totalmente cubierta ya no tienes de salir eso en tu en tu en tu en tu lista de deudas. Se imaginan eso? Bueno, queremos acceder a esa gracia tan maravillosa, pero hay una condición, la confesión. No seguir justificándonos, no la pena.
Entonces quiero animarte a que seas pronto para arrepenterte pronto para perdonarte pronto para perdonar a otros pronto para pedir disculpas perdón mejor perdón no tanto disculpas pronto para recibir el perdón porque la idea es que disfrutes de la dicha de los que son perdonados

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